En el departamento de Guainía, Colombia, en las selvas del nororiente amazónico en frontera con Venezuela y Brasil, crecen estas hermosas flores, únicas en el mundo dado el ecosistema de las sabanas de arenas blancas característico de la transición del llano a la Amazonía. Existen dos especies, Guacamaya superflua la flor de la época de lluvias (invierno), y Schoenocephalium teretifolium la flor de la época seca (verano).
Estas dos especies forman en todas sus etapas un color intenso rojo que se va difuminando hacia el extremo de la hoja en colores claros; hasta que ella se deshidrata completamente y en su etapa seca da unos tonos ocres que permanecen por mucho tiempo, por eso se les conoce como flores eternas.
La producción y comercialización de esta especie botánica tiene como respaldo una larga investigación que permite su reproducción ayudando a mitigar la presión a futuro de la extracción del recurso de los ecosistemas de vida silvestre de las sabanas de arenas blancas.